RESULTATS DE LA CERCA

    
Descarregar PDF dels resultats d'aquesta pàginaLlistat   Tornar 
Pàgina 1 de 10. Resultats trobats: 109Endavant  |   |  Endarrera
El Agricultor - 18/02/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050218]
El Agricultor - 18/02/1905, Pàgina 1
Año I Día 18 do Pobrero de 1905 Número i PERIÓDICO DEFENSOR DE LOS INTERESES GENERALES DE LA ISLA Wsml m ú. m st eesipsIcM Un mes, 0 50 pesetas. A precios coiivoncionales. I i4 l a y tdi %l %l s sa l E -ÜWV En la Sociedad de Agricultores Labor meritoria será y digna de aplauso y gratitud la que se practique en tal sentido para que todos se dispongan á secundar la laudable tarea que, á no dudarlo imprimirá, en su día, una marcha Al entrar EL AGRICULTOR en el estadio uniforme, armónica y moral á los desdo la prensa saluda en forma afectuosa quiciados puííiiios de esta isla. á su cologa el Diario de Ibiza, saluda Llegaremos á la meta cual nos hemos igualmente á las autoridades de todas las propuesto, porque aparte de algunas gorarquías y dignidades, saluda á las malas costumbres subsistentes entro nope! -sonas ilustradas y de prestigio y á sotros que son fuente de discordias y todos sin distinción de clases ni catego- disgustos y por tanto causa de hechos rías, y solicita protección, amparo y be- reprobados, somos honrados, paciácos y nevolencia de todos. hospitalarios y posoorojos por naturaleza En ía confianza de que no le será n e- un foiulo de inteügencia notable que nos gado por nadie el auxilio que demanda favorece para plantear sanas y conveye presenta E L AGRICULTOR, humilde sí, nientes reformas. Y esto es tanto más y resignado á sufrir las- contrariedades, hacedero cuanto pueblos de menor imdecepíiiones y sinsaboRíg qu 6 SfR; drtda pDTtancía que nuestra roqueta han sabi te ocasionará la fatigosa carrera que se do organizarse y reformar sus inveterapropone seguir por senderos es cabrosos; das eostumbreís, dando por resultado espero con ánimo y firmeza en defensa de tados de prosperidad popular relativa los intereses dé la Sociedad de Agricul- que á la larga han de consolidarse y eletores de Ibiza que en breve quedara var aquellos pueblos moral y materialconstituida y, por ende; de cuanto atañe mente. al progreso moral y material de los haPorque no es grande un pueblo! a u n bitantes del campo. que lo sea en extensión y número (te Arlúa para nosotros es la empresa; habitantes, si carece de crédito y molo consideramos; pero la necesidad se ralidad públicos. impone y ante la necesidad no éaben vaUn pueblo grande en extensión y pocilaciones, ni sería justo ni equitativo blación, si eetá carcomido por la inmocontinuar por más tiempo inactivos a n- ralidad y consiguientes vicios y decrépite el estado de cosas poco envidiable por to por falta de medios materiales es pecierto á que, por huestra natnral indife- queño, no tiene fuerza ni medios basrencia hemos llegado, sin darnos cuen- tantes para repeler la presión y empuje ta ni habernos fijado por un momento de otro, y al fin tiene que sucumbir y en investigar dónde estárí y de qué diestar sujeto á toda clase de eventuali manan las causas de los maíes que t o- dades. dos deploramos. De aquí que se piense cu reformas Hemos despertado del letargo- fen que previsoras; de aquí que haya necesidad la falta de vigor mental nos tenía sumi- absoluta de excitar á los habitantes de dos, y empezamos á vislumbrar reflejos esta pobre y desheredada campiña á la de luz que nos hacen presagiar días más reforma de sus añejas costumbres para prósperos y felices, motivo por el cual su vida normal y precaver las fatales nos hemos resuelto á tomar IB iniciativa consecuencias que de lo contrario, en en esta campaña, superior si se quiere castigo á nuestra iuercia, serían ineviá nuestras fuerzas; pero eomo así lo tables. exige la gravedad de la causa que defenPor eso ha surgido el movimiento podemos y lo requiere un deber de justi- tente de organización en toda la isla, cia, nos hemos decidido sin otra preten- por eso se aspira á la asociación de agrisión que la de combatir las causas de cultores de la misma. Y como á i esto los males que nos aquejan y aminorar, estriban nuestra honra, nuestro- patrio en cuanto sea posible, los hechos crimi- tismo y nuestro porvenir, no hay que nales que, con extraordinaria frecuencia descansar en el trabajo pÉelirainar; hay S 8 repiten en esta campiña. que organizar on prini término las SALUDO Y LLAMAMIENTO fuerzas en los pueblos que no lo estén, hay que colocarnos á la altura de las circunstancias porque en ello esiá interesada nuestra dignidad, y esta sola circunstancia constituye motivo suficiente para hacernos presumir un buen éxito, de- mostrando con esto que no somos una colectividad inconsciente que nada vale en el presente y de quien nada se puede esperar en el porvenir. Comprended que la obra emprendida es de suma importancia y algo difícil y requiere, por lo tanto, que en ella fijemos toda nuestra atención, contribuyendo con actividad y á medida de nuestras fuerzas á prestarle apoyo y cooperación para que no sufra un vergonzoso fracaso, que sería imperdonable por estar en nuestras ma- ittíwmpedirlo. Y para que esto no suceda, que no sucederá, es pi ecisó que hoya mucho desinterés, que haya mucha decisión, mucha energía, que 88 conozca perfectamente el papel que jugamos en el asunto; y con la decisión, la energía, el desinterés y el conocimiento del acto que vamos á ejecutar, llegaremos triunfantes á duestra apetecida asociación, pues á ello nos llama un deber de conciencia y nos brinda el resultado satisfactorio obtenido en los pocos trabajos que h e mos practicado; resultado que nos hace presagiar que á la postre serán fructuosos, quedando demostrado, en contra de lo que muchos creían, que somos sociables, que no somos refractarios al pró- greso, qu no andamos desorientados y sin norma y que no ignoramos los deberes y derechos que nos incumben. Por esto esto es necesario, para que nuestro trabajo no sufra menoscabo, por esto es necesario, repetimos, continuarlo con entusiasmo y sin titubeos, perplejidades ni vacilaciones; no hacer caso én nada ni por mM á 4o s tibios, díscolos ú reacios; guardarnos de los que si- ftiulando asentimiento y buena fé se opongan ó contraríen nuestras convicciones; rehuir del trato de los que posponen lo justo y racional á sus intereses particulares y con modales corteses procuran embaucar á los sumisos- ó ignorantes para mejor explotarlos; estar pa rapetados para resistir con denuedo cual quier contingencia desfavorable;
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
El Agricultor - 25/02/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050225]
El Agricultor - 25/02/1905, Pàgina 1
Año I Día 2 r fifí Fel) rG. ro Áa 1,905 Número 2 uMm M PERIÓDIG 0 DIPPS 8 R DE MS INmESES: GSEEiLIS DE LA ISLi iií- iij f I J i E ssi ia is s Trimestre, 1 pta. Número suelto, 10 cents. Anpncios A precios coavencioáales. En la Sociedad de Agricultores I SIN DETENERNOS Continuamos coH paso firme nuestra marcha por la escabrosa senda en qué liemos entraño, por falta de mejor vía, hacia el pnato a que con resoludión i n qiiebrantaüio aspiramos llegar, sin ilusionarnos la buena acogida que nuestro pensamiento en general ha merecido ni desmayar tampoco por las diñciütados qu durrtD o. l.i carrera tendremos inda dablemente que allanjir- Volvemos á ocuparnos de. iiUvjfítro trascendental asunto, patentizando una de las principales causas que, á nuestro juicio, contribuyeron á colmar la serie de disdichas origen d í malestar de todos los habitantes de esta campiña. Es ésta la mal llamada política que, por tciior sobj o el hombre dominio exciusivo, to lo lo abíirca, trastorna y pervierte; atrayendo con sú poder seductor á cuaatos ambicionan honores y mando; á cuantos aspiran á obtener puestos retribuidos; á cua. nto 3 desean contraer m é ritos hoy, para sor recompensados mañana; á cuantos esperan ocasión propicia para vengar ofensas, tal vez imaginarias, y en una palabra, por una infinidad. de causas que seríaiprolijo enume rar, todos somos victimas más ó menos conscioníes de su pernicioso contacto; todos participamos de su malenco influjo; por todas partos deja sus hueilas; tiene ramificaciones en todos los órdenes y nadie queda ileso de sus venenosos dardos. Así es que, al acercarse una contienda electoral todos desempeñamos nuestro papel de comparsas en tal comedia y todos fomentamos la farsa porque en todos exií- te algún interés más ó menos razonable, más ó menos positivo ó más ó menos ilusorio: hasta los que e s tán, en apariencia, retraídos tienen intereses encontrados en su resultado y üor consiguiente no son. indiferentes á el, pudiendo darse el caso de que el mismo interés sea causa del retraimiento, pues sabido es que por distintos caminos se llega ó se puede llegar á iguales finos. Y esto, que establecido el sistema sería lógicamente admisible y razonable, 011) 0 lo es torio lo que sa busca por m e es iusii s Y ie 2 l S; esto que á no med como e n ar ia envidia y n tre nosotros sucede sería, cuando me- bre. pai: a combatir todo aquello ajilenM nos, toierabío, debemos combatirlo con oponga á nuestra regeneración: rftorál! i Y denuedo por, sor- ua semillero do renco- aquí líos figuran os: adi íinar éil Í 6 asa res y causa do infinidad. dé hechos, re- miento- de algún. malicioso lijíítlof é oreerá- ne oomo na á 5l n homhfb íá; fníi! S- probables. Y todo esto porque? Por, q e nosotros de apoyar, uandD llegue- el ca 3 -ai prilos que habitamos en, el campo y de la mer adv nQdizi 0i qn 8- se presente. No, no í renta, de ia tierra vivimos nos entr, pmG- vamos, por. eporcamino; no es ést -Tiues: timos en asuntos qíié oscií 3 aí 1i únte com- trocmóvü: son máp nobles y olovkdos prendcmos; por que quisimos desenipe- loa! ideales que perseguimos. Cbráo n sote hotobre, como una sola oluñta (i, i ñar jilí pfipel inacsi -sibie á uestro alean: ce, tratándose, de política de alto vüeJo y. dé rmoñ, debemos, i combatir los má. feM por qiie, o3 que, por sus circunstancias qtí inoe. aquBJñn y como- uno do áüs g (Jrpudieron suavizar asperezas y conciliar, ipeftes más nocivos es la política en- la eiaí m- isifedes. nada hioi ron en tal senti- -forifta, que actualmente, revisto, á, córfí- do por que, á su Juicio, es preferible la batirla y reohas Dla íticaios. -de dedicar lucha; la eiienijstad y la intriga á la nuestro esíueBab Msta: k) graj derf ódftp la arvQé -Wia yírel -emtaiiHte reinantes en unión, tranqH. ilidad y concordia. Tan etí así que, los- que raucho hubie- las contiendas electorales, restaurandoran ípoíiido haeei -en nuestro favor, y en el ii- npeflo de la, s iceHdt- id y la. jíisticia. De esta manera desaparecerán. losanel suyo propío, -en. no remota fecha prestíi; gonismQíí rivalidadss y venganzas tando algunta íitencLÓn á das pertinentes observaciones- hechas por nosoíros- en que todo mal obrar lleva consigo; así no sentido cor. tíiliador, en hora oportuna las so presenciará el triste espectáculo que desoyeron oreyóndoiaSj sin dudsf siige jt ofr- e- een los actos finales de la lucha, en ridas pdralguii. uTiandanté interesado, y donde se, falsea, y niega la verdad á sabiendas ven- don de se provocan acaloranada hicieron ni intentaron hacer en ob sequio íle un pensamiento atendible por das disputas. cuestiones y olémlcas mal lo: racional yip i lo. justo. Esto sucedió sosvonidlas; en donde se oyen palabras entonces y- sucederá aiemprey si los que inoportunas y- agresivas y en donde l- s fomentaren el m. fil, arrepont dos de su- hombres de bien y: díjjcaráeter rara vez nicda obra, no aplican ó cuando menos salen airosos á. causa de la deslealtadno secundan la- meritoria labor de. ílos y del. duin- chíillG. Terminada la lucha que tratan d- e aplicar e! oportuno; reme- quedan i subsistentes- entre m a -tros. dio. Y no vayau: á creer nuestros. queri- -Ios- resentimientos y vestigios propios dos locto í s qae al trabar; de. la polífcica de ella, recogiendo cada cual la pHi en la fo mn qao lo hacen oS esté ennues- to proporcional del producto de la ciz. a- tro á iiiBo: oíenu! á. nadie ni obtener el ña que esparcida sobre un terreno. sufimás inísigniíicani fav ir en ninguna de cientemente abajado á nuestras espen- los esíera cu que aquella tiene sus la- sas, gerniina- y so reproduce cnla. S- uoa- boratoi ios no Kaslentamos tan poco la síva labor con carácter, más violen! to I ¡í 8, teoría, que sería absurda, de que haya- esta. y BQ do otra, ma- nera son elegidosmos de abstenej- nos de eicreer un dere- nuestros, representantes; mediante tracho que la ley nos concede, pues que vo- pacerías y promesas que jamás- han á (S te en hora buena el que en la emisión cumplirse; asi es como, se llega, las m. ás ouiiroür un deber ú de las veces, á lo que se llam. a pomposadel Siifra 4 io obtener, un, berKMicio, pero haciéndolo mente represontaeión nacional. C) n e, ít. e pí. x) cedimientos. e llevan á efecsin; los exagOíMdos apasionamicn! s que tan u. ir; -áíi: consecuoucias suelen tener to aquí los actos de la vida política; ac entro ii o rws. Lo que si, prelendoiiios y tos que j or su importancia debieran sor espera. s conseguir, es que todos los producto de la r determinación espontácampes e convenzan de que ia po- nea y. reíleviva en, todos: los ind ¿víduos lítica, OU. ÍCÍ fjü ma que se viene practi- que. -to mari; parte- más ó arónos aütiva eñ cando rs. liumamente porjudioial á los ellos. Asi todos obtendríamos algún bein. terosí. s de todo. s y de que ha Regado el nerieio, cuando- me ios el que deriva del! inoinoaía de uniraos como un solo liem- buoía ejompdo c u- 3 sano es m
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
El Agricultor - 04/03/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050304]
El Agricultor - 04/03/1905, Pàgina 1
ii Año I i Día 4 do Marzo do 1905 Número 3 1 PERIÓDICO DEMSOR DI LOS INTERESES GENERALES DE LA ISLA Anuncios A precios conA encionales. En la Sociedad de Agricultores jemos de nosotros tales pensamientos que ofuscan nuestras inteligencias. Despreciemos á los perturbadores y aclamemos á los que velan por nuestra tranquilidad. No importa que nuestra obra sea de tUanes, ya que la voluntad lo supera todo. No deben arredrarnos las contrariedades sufridas, y si persis. tiereu, quo no es de esperar, pensemos que el porvenir es nuestro y ello nos dará nuevos bríos para proseguir por la senda emprendida, hasta llegar a l a meta de nuestras aspiraciones. Podrán nueátros detractores interponer obstáculos en nuestro camino; lograrán llevar la indiff rencia a los ignorantes; ridicuhzarán nuestros humildes trabajos; pero nosotros sin perder ni un átomo de los buenos sentimientos que nos animan, seguiremos nuestra marcha por la senda del progreso, puesto que defendemos una sausa justa y razonable; seguiremos invariables el rumbo que nos hemos propuesto, porque UOá iey inmutable y eterna, superior á t o das las miserias humanas, hará avanzar nuestra empresa hasta conseguir el triunfo. ¿Podrá más la sombra que la luz? No: nunca ia sombra podrá apagar los innumerables destellos de la luz; esto es absolutamente imposible; y alentados con tal seguridad, hemos de continuar con heroísmo la campaña que hemos emprendido, en ella, si s o mos constantes, quedará deslindado el campo y despejada U incógnita, y podremos conocer perfectamente quienes son los contrarios á la tranquilidab, á la unión, á la paz y concordia de los campesinos y, después de conocidos, prescindir de ellos, á fin de que los demás, bien avenidos, puedan con más facilidad cu riplir los acuerdos que so tomen en b en de la eausa que defendemos y con más libertad proponer lo que crean más favorable á sus fines; evitando entorpecimientos u la marcha del progreso. Para lo cual impetraremos con oportunidad ia protección de las autoridades de este partido y en particular ia de las locales que poi razóu de sus respectivos cargos vienen, en primer término, obligados á secundar el pensamiento pe? ib v, -sido ellas las primeras en dari. ¡nía y las que para á ia práctica cuentan con t, a P ppiKe a Trimestre, 1 pta. Número suelto, 10 cents. FOR LO mismo Para que sea una veidad que la Sociedad de Agi icultoreis que se está orgarjizando, tenga por única finalidüd procurar uuvstra regeneración moral y eJ progreso material de los pueblos, rurales de esla isla, hemos de cumplir estriotamenie los compromisos estipulados en el pijoy. cto de Reglamento y en el prognima publicado en el número 1. de nuestro semanario. Si es una verdítd que los individuos que se inscribieron para formar paite iutf grante de la Sociedad, lo hicieron con áuiuio deliberado de protejer la stmta causa f; ue nos ocupa, debe cada une de ellos dentro de su esfera de acción acelerar jos trabados que considere más pertinentes y eficaces para la consecución de tan noble y elevado ptíusamiento. Si los individuos que tomaron la iniciativa, proponiéndose llevar á la practica una empresa de tanta importancia lo hicieron movidos por sentimientos nobles; si era su único móvil conseguir el bien general que, entre nosotros es también el particular, y en sus resoluciones no mediaba interés de lucro ni medro personal, han de demostrarlo con sus actos; acuerdos y disposiciones. De lo contrario, quedaría evidenciada nuestra impotencia; desaparecería la confian a que, d sde un principio, el público tiene depositada en nosotros y seríít puesta en tela de juicio nuestra sinceridad. Y después de todo vendría contra nosotros la maledicencia á díala razón á cuantos creyeron que nuestra actitud era interesada y no bija del elevado propósito de sacrificarnos poi el interés público que ha n. ovido los ¿nimoá con entusiasmo en nuestro favor. Que la impremeditación es motivo de irremediables niales y disgustos, no cabe dudarlo. Y si la impremeditación yüecta á los fines sociales, que como ta les son de sumo interés aenei al, entonces son gravísimos ó impeidouables los perjuicios que ocasiona. De aquí, la necesidad de que en todos los actos rela ionado 3 con nuestra Sociedad presida la meditación reflexiva; de aquí el d e ber que á todos impone la necesidad de proseguir unidos y compactos, sin ambajes ni ñcciones, nuestra emprñsa, hasta llevar á la prática nuestras prometidas reí orraas. 5 Medios suficientes tenérnosla tiuesJtro alcance si sabenios ó queremos emplearlos; circunstaacias favorables nos Insisten, si sabinnos evadirnos d e inmiscuir lo supóríluo y perjudicial con lo real y positivo; aplauso y gratitud nierecereraos del público sensato que, cansado de farsa está ávido de formalidad Y justicia; fácil nos será allanar el camino que e dirige al punto de nuestras ai piraeioijes, si por nuestros justificados actos logi- amos convencer á las personas de sano criterio de que en nuestro progfama no se oculta segunda intención. Y en resumen; hemos de dedicar ia mayor atcncióa á lesoker los asuntos que puedan afectar al buen nombre de la Sociedad, pufis así obtendrá ¡a iuiportancia necesaria y el apoyo que, de seguro no le escatimarán las pei souas éopcienzadas y de buen criterio tan luego liesaparezcau las dudas, fundadas eu la expeiiencia, de que en esto desgraciado país casi nunca se han realizado los proyectos de utilidad general para la isla. Por eso no hay confianza, ni entusiasmo, ni fe en la generalidad de las persoísas, cuando se trato de plantear reformas, para cuya realizfícióü es necesario el esfuerzo colectivo. Ycuaado faltan las buena. cualidades antedichas; cuanda faitr el espíritu de unión v el amparo de las clases directoras que, saQáiíícíindíí el bieu ai mal demuestran OÍ: Í üb actos que nuestro bienestar, Ki ¡a ello: S im uiito, entonces de seguro 4 X de no mcíHar el entusiasmo c ¡nio r. iedia entre nosotros, desmVtyarfii. ciisíá y abandonaríamos la empresa por lu ísosiblo; eutouces nos resignaríamos á las penalidades que, con lamentaciones, venimos sufriendo, sin que una mano bienhechora trate de remediarlas y eutc üces desatendidos y vencidos gritaríamos con la fuerza de nuestros píiUnot Bs ¡tíálvese quien pueda! y resígnese cada cual á sufrir las terribles consecuenfti is que de la indiferencia ó pasividad pu: dan originarse de un modo de obrar tan incorrecto como perjudici i! Foro, no desraayemos aic-
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
El Agricultor - 11/03/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050311]
El Agricultor - 11/03/1905, Pàgina 1
Año I Día 1,1 de Marzo do 1905 Número 4 PERIÓDIGO S 3, d B 8, g K, a DEFENSOR- DI; LOS mTSRE 3 ES- GSMR 4 LES DE LA ISLi 3 á. aee esa y ad ial, s feK Sesi, En la Sociedad de Agricultores Anuncios A precios convencionales. Trimestre, 1 pta. Número suelto, 10 cents. m Fodeos Si es laudatorio á todos las clases do la Sociedad cumplir con los deberes que á toda- persona imponen las inmutables y sabias leyes de la Naturaleza; si á todos los individuos, sin excepción, les alcanzvn obligaciones que satisfacer y se hacen digaos de loor y gloria los que con probidad y celo saben cumplirlas, lo merecen tam. bién y más si cabe, todos aquellos que comen el pan cotidiano con el sudor do su frente; aquellos que obedientes y resignados cumplen con la primera obligación que el Autor delUni verso impuso á nuestro padre. Adán, según los textos Sagrados; aquellos esclavos del trabajo que forman la gran masa social de clases productoras que ea la tierra y en el mar sufren sumisos las iuclcmoncias del tiempo y la natural fatiga do trabnjos penosos; aquellos que obedientes á sus superiores y directores llevan una vida de privaciones y penalidades marcpida en sus semblantes, surcados y tostados por los ardientes rayos del sol y crudeza do fiíos intensos; aquellos á quienes sus propios actos dignifican y que en su vida ejemplar está compendiada la honradez, puesto que en sus buenos y prolongados servicios no aspiran á premio ni jubilación, como los que desempeñan Dios sabe como, ciertos cargos públicos; aquellos que el orgullo y la vanidad desprecia, que la ignoraucia ofende y la ambición explota; aquellos, repetimos, que por reunir las buenas cualidades antedichas debieran ser merecedores del aprecio de todos, -porque aprecio y consideración merece el que como ellos cun pie con sus deberos sin meterse en superíluidaíles n. i distraer su atención en asuntos que á la postrs han de ocasionarle perjuicios y disgustos, y sin embargo no lo son de la g e neralidad de las personas en el gi- ado que de itíran serlo por que entro nosotros falta, sino en la generalidad de las personas, (m número considerable, la instrucción necesaria para saber apreciar las cosas en su justo valor: porque nos faltr voluntad y vigor para rechazar esa corrion e de miserias iium; iiias que nos arrastran hacia la envidia, el liijo, el orgiiUo y ej desastro, y por que falta que dá la relajación, la perversión y todo la educación, humildad y modestia n e- lo que conduce á la desgracia. Esto que nadie de nosotros ignora ser cesariíis para amarnos, asistirnos y protejernos mútuanieato, nos falta también una verdad demostrada por la experien la buena armon a y las demás circuns eia, está en la conveniencia y en el detandas nec esariaí- para nuestro bienes- ber de todos, por que á todos afecta, que tar. Así is que para lograr que tal e s- cuanto, antes desaparezca esa desidia, tado de cosas desaparezca de entre no- ese inoaliíicable abandono existente en sotros, hemos de poner en práctica varios padres tan descuidados en la edunuestro pi ograma, levantando para ello cación de sus hijos; descuido que impliuna cruzada de activas y continuas ope- ca completo desconocimiento de sus obliracioaes hasta vencer- y obtener el gaciones y conveniencias; desidia incomtriunfo contra el sitio en que nuestras prensible mirada bajo todos los puntos malhadadas costum. bres nos tienen cir- de vista, por que no se concibe ni se excuidos; en di chas operaciones deberán plica este modo de obrar tan indiferente entrar ea p -imera illa los padres de fa- en lo más interesante y necesario; pormilia por ser ellos los primeros llamados que si no es de creer que un padre no por el deber y los más interesados en tenga interés en que eu hijo valga y que nuestra empresa tenga feliz resul- que en él concurran cualidades que le tado, puesto que su doble caráeter les hagan merecedor del aprecio y considedá más í a -ii dades para, favorecer la cau- ración públicos, tampoco lo es, que igsa que (ud endemos, inculcando en el áui noro, porque sería mucho ignorar, que rao de su. í j- e. iooctivos hijos la obligación sin ser cuidado ni educado no puede ady la convenioiV ia que tienen de secun- quirirlas; y si no existe tal abandono y darla. Así e 3 po ara! S lo harán porque tal ignorancia, no so explica tampoco tal en ello está interesado su porvenir y desidia, así es que, aquí quedamos papor que aílemás de hacer un bien ina- rados y nuestra inteligencia se ofusca y preciable á sus semejantes serán ellos no comprendemos tal modo de obrar. los primeros partícipes si saben conven- Porque si tenemos en cuenta que en tocerlos di) (pie la obediencia y la educa- dos los órdenes de la vida, así moral como material, se necesita el cuidado neción S 3 rá causa de su futuro bienestar, por que ea un pueblo que no se tiene el cesario y adecuado á cada cosa para su respeto do) do á las Autoridades, á las desarrollo y prosperidad; si no ignorapersonas y á la propiedad no puedo ha- mos como DO podemos ignorar, nosober sosiego, jii tranquilidad, ni armonía, ti os como agricultores, que uu árbol ni inótna cra- respondenoia eu sus iiabi- durauto los primores años de su existencia necesita además de uu cultivo taníiis. Si, podrios de familia, poned atención: esmerado, un palo que le apoye para todos qnc p; razón de vuestro e s- que no se tuerza ó vicie, ingertarlo y tad. v ojís -biigadoa á procurar recur- podarlo para que, cuando dó fiutos, sean do buena calidad, en abundancia sos o; 0; red s! ira que vuestros queriy agradables á la vista y al paladar y dos io s 00 carezcan, después de vuestra exisieacla, de lo necesario para su prepararlo á fiu de que cuando grande pueda resistii la fuerza de los vientos sub. iíSLcecia y que para lograrlo, os ha breis impuesto, sin duda, más ó meaos huracanados sin ser por ellos arrollado privaciones, no olvidéis la obligación ni torcido, tampoco pedemos ignorar aún m, xs Síigrada, de educar á vuestros que, si un vegetal, antes de dar produc descendientes. I a educación aloja los to necesita los antedichos cuidados, el vicios y ins deario coisas que hacen al hombre, lo más bello de cuanto encieliombre r. borrecible y despreciable y la rra la naturaleza, k) más sabio ó intelifalta de educacién les atrae y íomeufa y gente de su Creador, debe ser por ellos so. i au sa do KU dojpíai- io. CJU la edu- también lo oiá. s atendido y de cación se adquiere L y bienes todo cuanto pe soan y de ellos dependa. OÍ V se tiene todo, v da eda. t i lome uta a Y por igaui tnzón deben darles, euanO do niü) can toda Dreferé- hi a Vicios que iJcran i o,i.ii a y! io queda jr nada iie OUOIKI, ií j h nala, -er- nal aiHor la osai uMd. i ípi. m V
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
El Agricultor - 25/03/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050325]
El Agricultor - 25/03/1905, Pàgina 1
Año I Día 25 de Marzo do 1905 Númer PERIÓDIGO DEFENSOR DE LOS INTERESES GENERALES DE L i ISLi Il 4 a. esi. e 5 T a 4 Ei, l,i3 bfe- fega i Sfc Ws s Q ¡mi d m m. mQ. x: i: Q ¡l svk Anuncios SE Tri mostré, 1 pta. Númaro suelto, 10 cents. A precios convencionales. En la Sociedad de Agricultores La Fiesta del Arbf Yo que la conozco perfectamente y estimo en lo que vale y promete su gran transcendencia, vengo acariciando há tiempo el desiderátum de contemplarla instituida y aclimatada en esta Isla; con tanto mayor motivo, cuanto que es la producción arborácola el princij) al factor ie la riqueza insular ó ebusitana. Objeto regenei ador y plausible de la citada fiesta es inspirarla la niñez amor al árbol... En tan breves palabras, definición secreta do la FIESTA DEL AKIÍOL, i csalta su mejor elogio, su mejor eacarccimlonto, relevándome de apelar á prolijidades que q- iizás agotarían la paciencia del lector. Mucho deben al árbol los ibicencos; fuírido, modesto, generoso, sin exigir dispendios, sin precisar labor costosa ni cuidado infatigable, llega la recolección, y con el precio de sus frutos rebosa el arca del satisfecho propietario. Copiosos, pingües son los rendimientos de la intensiñcación de los cultivos en la Huerta de este Llam de la Villa, trasunto aventajado, sin duda, do las exuberancias y lozanías hesperídianas; mas preguntad al horticultor, encorvado sin cesar tras de la azada y sobre el surco, preguntadle qué sudores, qué suma de actividad y de dinero representa y ha costado la producción de diez ó doce metros cuadrados de terreno en una sola anualidad... Hablen los números, y hablen sólo de dos árboles, el almendro y el algarrobo. Del fruto del primero vendimos para el exterior en el último trienio la cantidad total de J. 6 L 3.174: kilgs. con un valor (oficial) de 2.569.549 85 pesetas, así repartido: 1902. Ptas. 688.215 80 1903, id. 923.578 45 1904. id. 957.750 20 Del fruto del segundo, de algarrobas, embarcamos en el propio período 2 millones 748.087 kilgs. con un valor (oficial) distribuido en la sigui mte forma: 1902 Ptas. 90.760 56 1903. id. 59.25 S 52 1904. id. 179.751 36 Suman estas cifras pesetas 829.770 4 I- Valor total de la almendra y la algarroba que vendimos al e xterier en los referidos tres últimos años: pesetas 2 millones 899.ol6 89. Ello no QS un grano de anís para nuestra pequeña Isla; al contrario: es un r- cndimienio colosal, si se considera d cha pequenez geogi áüea y si se atiende al hecho de que el valor total de los demás productos de la tierra que embarcamos en el repcfcidp trienio arrojó la canúdad de pesetas 7i0.231 7 3, incluyendo olear bón vegetal (pesetas 2 L 4.499 91: los ¿í os secos (pesetas 67.349 80) la corteza de pino, (pesetas 261.534 G 8) y las maderas ordinarias (pesetas 1 Ü 3.4 S 1 50) He subrayado estos, cuatro rong ones paralllamar la reflexión del lector yobre la circunstancia de proceder también los jiüisraos de nuestro r 8 munerador arbolado. Al consignar de nuevo lo mucho que debemos á los árboles, consignare igualmente la gratitud, de queden justicia soy deudor al dignísimo Sr. Admor. de la Aduana de este puerto D. Emilio Luis, de quien he solicitado y obtenido los datos que anteceden, y al. cual ha sabido secundar en su condescendencia y amabilidad el laborioso Auxiliar do la oacina D. Jacinto Rodriguez. Está en boga triunfaren todo el mundo civilizado, y no hay cosa más sencilla, más fácil, más asequible para nuestros recursos y elementos. La FIESTA DEL ÁRBOL os genuinamente una ñosta de niños escolares, ñero no ¡LA PUÍSTA DEL ÁRBOL! se celebra en el ámbito comprimido del aula, dentro de las paredes del templo en que se rinde culto á Minerva; celébrase en el campo, sobre mullida alfombra de césped, en el suelo herido y desentrañado por la azada, en plenos dominios de la Naturaleza inmortal y sonriente, recibiendo en suma los agasajos del padre de la laz j unto con los halagos de Cores y Favonio, y en compañía espiritual do Anacreonte y de Virgilio Formando parte de la. Junta de festejos de Vara do Rey, pensé proponer, como número interesantísimo del programa, la FIESTA DEL ÁRBOL; pero desistí de exteriorizar y encarecer mi pensamiento en el seno de aquélla, por ser ya entonces acuerdos definitivos do la J u n ta la creación del Batallón infantil, obra de bendición csmo todo lo que inculque en la niñez obediencia y disciplina, y los premios para los eseolares do amioos sex) s que se distinguieran por su aplicación ó inteligencia en jrublicos torneos. No abandoné, empero, la atrayente idea, y aquí estoy, en la tribuna de E L AGRICULTOR, que deferentemente se me ha ofrecido, para recomendarla á la opinión y sostenerla. ¡Inspirar á la niñez, á la niñez inocente y pura, un amor digno de ella al árbol! ¿A quién no encanta ese designio? ¿A quién no seduce y embelesa esa aspiración elevada y nobilísima? Yo sé, yo sé que en todos los corazones de los buenos ibicencos despertará profunda simpatía; yo sé, yo sé que t o dos ios hijos patriotas do esta tierra, muy lejos de negar su concurso á la realización entre nosotros de la idea, le prestarán todo su influjo, todo su esfuerzo, toda su decidida voluntad. Cometería yo una inconsecuencia imperdonable é incurriría en un olvido merecedor de censura y reproche si al trazar estas líneas no dedicase un r e cuerdo y un elogio al ilustro Príncipe
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
El Agricultor - 01/04/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050401]
El Agricultor - 01/04/1905, Pàgina 1
Año I Día 1 do Abril do 1905 Número ti Uwmi PERIÓDICO DEFENSOR DS LOS INTERESES GSNERILES DE Li ISLi Trimestre, 1 pta. Númoro suelto, 10 cents En la Sociedad de Agricultores en este caso causarían más que lástima, indignación á todas las personas de recta conciencia, porque los autores del mal no pueden alegar disoudpa alguna (Continuación) quo atenuó la falta en quo incurren, anftíi de las causas vienen los efectos y tes por el contrario, la agraven las cirmás tardo los buenos ó malos resultados cunstancias que median, puesto que, ollas, fácil sorá comprender si un para el cumplimiento de esto deber no padro autor ó causa do la existencia de se neeesit i, p r lo seneillo y rudimentasu hijo está ó no adornado de las buenas rio, poseer conocimientos especiales ni Ci- aiidades indispensables á toda porso- recursos do ninguna clase, ni nada rnás na para S T merecedora del aprecio y que buena voluntad y constancia. Y, r. speto públicos, pu 3 s, el hijo que es por qué siendo tan fácil no so practica í iocto del padre no tardará en demostr; y Por las causas ya expresadas; por desila educación rr- cibida de ést y por ella, dia, inrliferencia y apatía, y oti- as cosas ue sorá el reflejo fiel de las cualidades que, Y: r! o raríis y exti- avagantes no q ie concurren en él, se podrá juzgar comprendemos ni sabemos explicar; por d -l modo de ser de ambos, do la niisaia incomprensible y absurdo en sumo gramanera, salvo alganas oxcepoionos, que do que, no ignorando, como nadie puede i un árbol por la calidad y clase de sus ignorar quo, la iuSürucción y la educación son cualidades inapreciables en el Irutos. Si el árbol se cono? e por sus frui s el hombre se canocc por sus obras; hombre y por coasiguiente de ollas priny si el árbol malo por perjudicial á los cipalmente depende sn p ¡rveair y bien demás debo sor coi tado, el hombre sin estar y sin embai- g) se tii no por algueducación es inútd para sí propio y per- nos como cosa trivied y frivola según judi áal también á sus somojantos y por así se desprende de las obras do asiuelo mismo despreciado y aborrecido de Uos que, al parecer, tienen mayor inüocilos. Así os quo la conducta de una rés y cuidado en un animal eu siquiera, persona está basada en sus costumbres dispénsenos la frase, quo en un hijo, y y modo de obrar; si éstas son buenas sino que nos digan los que les parezca será ella buena también y honrada y la exrigerada la comparación, que concepto cumplidora de dÍGho vulgar: no quieras formarían de un padre de familia que para los demás, lo que no quieras para tí. por la noche preguntase al pastor si fal 8 e dirá que esto no tiene aplieación en taba del establo alguna cabeza de granado la vida moderna; no ignoramos que en y que faltando el hijo de su casa sin sageneral es así, pero tampoco ignoramos ber el motivo de su ida, ni en dónde e s quo, la falta de respeto, las intrigas y tá, ni con quién va, ni qué hace, r ¿namalas pasiones motivado por la me. la da, pero si sabe por experiencia que p e- educación son las principales causas del ligra su vida ó su libertad y que puedo desorden y malestar de los habitantes contraer agravio; que en su día suelea de esta isla. Siendo, pues, la educación tener dichos resultados: porque no otra de la int aucia y juventud de imperiosa CííSa puede esperarse do nuestras dicernecesidad, el padre que la descuida in- siones, en su mayor parto ilícitas por curre en la falta más gi- avo quo puede mediar en ellas el licor y la baraja, y no cometer en perjuicio de él y de sus h i- so preocupa por todo eso ni nasla prejos, por que inconscientemente y sin gunto á nadie do tal au- encia. Diría si apercibirse de ello tal vez, fabrica el fuese extraño el qeo- sO; uora, quo efectivamente, el tal i- cr; Í- rpiba mayor menosprecio y la ruina de todos. Si la causa de tal abandono en los cul- cuidado un cordero qer SU 1 HJ- Y hemos pables, fuese únicamente su ignoran- ia, dicho si fuese extraño, porque nosotros nos causaría lástima y compasión; pero como conocedores del terreno diríamos como no es de creer que na (l! o pueda te- que el referido padre profesaba á su hijo ner tan craso desconocimiento de sus un amor extremad: que anhela su felideberes más sagrados, nos induce á pen- cidad y la doso- a con ahinco; (luo so dessar que, más quo ignoi anoia hay alta- vela por su porrrn. -v, que no puede nería y mala fe en su modo de obrar, y ser otra com oorec re corazón noble n m Fodeog y generoso como la generalidad de los ibicencos; que si bien su obrar contradice á lo antedicho, es debido á las m a las costumbres que nos tienen empedernidos y nos hacen iigurar lo que rio somos ni nunca hemos sido, esas costumbres por las cuales nos creemos obligados á continuar por la senda do nuestros malos sin más razón que la ám. los demás lo Jíacen, como si las costumbres no fuesen mutables por la ley del progreso y por las conveniencias generales ó particulares. Estamos en un error si croemos Oj ue no podemos desprendernos de ellas como también lo sería y muy craso si continuásemos por más tiempo sumidos en la pasividad y la inercia. Si querernos que nuestros trabajos sean fructuosos y ver realizada las r e formas, objeto de nu 3 Sl icfe- af; lt f no hemos de olvidar que la instrucción y, principalmente como más fácil, la educación, han de ser la baso principal de nuestros trabajos, porque sin adquirir los conociraientos necesarios para las prácticas del asunto en gestión, serían inútiles nuestros esfuerzos. Y para que esto no suceda hemos de contribuir t o dos sin tregua ni descanso á fomentar la educación y más tardo la instrucción, á ñn do que, comprendiendo cada cual sus deberes y sus derechos desaparezca de entre nosotros eso borrón, el hiás grave que puado existir en la parte moral de toda persona. El que carece do la necesaria rducación ignora en todas ocasiones el respeto y modales que debe guardar á sus superiores y demís clases de la sociedad, lo quo debe decir ó callar, con quiénes ha de tratar, de qué se ha de guardar y muchas cosas que le convendría saber y las ignora. La persona que carece de educación é instrucción comprende y practica al revés la mayor parte de las cosas más interesantes y por lo mismo sus deseos suelen quedar frustrados. Un joven sin educación es un testigo perenne y contrario al buen nombre de su patria ó al de la persona que estuvo encargada de su crianza; un joven sin educación os como un diamanto sin pulir ó aquilatar que por mucho quo valga siempre será tosco y basto; un joven que no ha recibido bnorjíi educación suele ser altanero, vanidoso, pendenciero y vengativo y
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
El Agricultor - 08/04/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050408]
El Agricultor - 08/04/1905, Pàgina 1
Año I Día 8 de Abril de 1905 i.l LHl. t i. PERIÓDICO DEFENSOR DE LOS INTERESES GENERALES DÉ L 4 ISLA Anuncios Trimestre, 1 pta. Número suelto, 10 cents. A precios convencionales. ll t ií y béLs %l s S sik i9 ai En la Sociedad de Agrien Iteres Wtmmmh mm Lo es para todos los buenos ibicencos qu 3, deseando de veras la prosperidad de nuestra patria chica como dice el distinguido escritor Sr. Aquenza, sentimos satisfacción por amor á la moralización de los habitantes del campo, como también á las enseñanzas de nuestra profesión agi ícola, la más elevada de cuantas absorben la actividad humana, como dice también el no menos distinguido é inteligente en dicho ramo Sr. namón. Y sentimos cnmplida satisfacción por ser real presagio del íeliz resultado de nuestra empresa, el que, los antedichos señores hayan, con sus probos escritos, honrado sin desdén, las columnas du EL AGRICULTOR; honra que alcanza también á sus respetables personalidades, puesto que tal deferencia con nuestra Sociedad, imphca amor patiio y sensibilidad de sangre ibicenca á la vez que convicción de que, no son únicamente las conveniencias personales á lo que el hombre viene obligado á cumplir, si qiio también existen en é 1, según su modo de ser y estado, deberes que llenar en interés público. Los nombres de Aquenza j B. Ramón Capmanij que respectivamente autorizan los correctos y cooperativos escritos publicados en el número 5 de este semanario, son, para nosotros, de m a yor alcance que el de meros suscribientes, siquiera por ser los primeros en singularizarse como protectores de nuestro programa publicados en el número 1 de dicOo semanario, que entre otros particulares, dice: Hora es ya de tener la vista fija en las obras y móviles de cada cual, para conocer perfectamente quienes son los que interesan nuestro bien y ser agradecidos con ellos. Y firmes sostenedores de lo mismo, aprecio y gratitud suma nos merecen los repetidos señores Aquenza y Ramón, á quiénes, por su fina atención con nosotros, desde ahora contamos en el número de nuestros buenos amigos y en el de socios honorarios... Augurio de buen resultado es también la favorable aceptación que en general ha merecido nuestro pensamiento; aceptación que por sí sola dejaría desvanecida toda duda que acaso pudiera existir, de si al concebirlo era fantasía ó realidad la inspiración que nos movió á plantear reformas sociales. Así es que, declarándose el público como se ha declarado ya á nuestro favor; justificada de buena y honrS i queda también nuestra empresa y, si la voz del pueblo es la de Dios, claro está que el resultado de nuGstros anhelos será tan satisfactorio como deplorables las causas que nos impulsaron á emprender la penosa tarea que nos hemos propuesto para combatirlas. Indicio grato y consolador para los amantes de nuestra tranquilidid y bieneí- tu es igualmente, el que hayan transcurrido siete meses próximamente deáde que se dio comienzo á los pi- eliminares para la íormacjón do nuestra Sociedad defensora de la paz y combafdoradel crimen y sólo dos casos con efusión de sangre se han registrado en toda la isla. Hechos que si bien deploramos y vivamente sentimos por las familias de las víctimas, á las cuales por el triste percance nos asociamos á su natural dolor, nos alionta y nos hace concebir también nuevas esperanzas de buen éxito la notable reacción de moralidad que se ha iniciado en tan corto intervalo á favor de los habitantes de esta desheredada campiña; por lo cual felicitamos do veras y con el mayor gusto á todos elloá y nosotros nos congratulamos también por ser real el presagio en que fundamos el buen i- esultado que esperamos obtener de nuestras gestiones; resultado que nos va demostrando y a que sin la voluntad resolutiva, actividad y constancia en las prácLicas del bien, éste rara vez se consigue; resultado que en su día ñas justificará que, la apatía, indiferencia y desidia son las causas principales de que los maules arraiguen y so propaguen en las poblaciones y traigan consecuencias fatales á la sociedad; resultando que, al ñn, nos convencerá de que los individuos que dirigen los destinos del pueblo, son, de liec 4io, los responsables de los perjuicios que se irrogan á sus habitantes por la intliferencia en no perseguir las causas con energía y opcriunidad; resultado que evidenciará á los subordinados, que en mutua correspondencia ó reprocidad á su obediencia les asiste derecho á exigir de sus directores el debido amparo y protección en alivio de sus males públicos. Y, en una palabra, por el buen resultado que fundadamente preconizamos, com prenderemos que, los males públicos originados por los vicios y malas costumbres son remediables si con energía son perseguidos y atajados por las Autoridades locales secundadas por las personas que por sus circunstancias á ello vienen igualmente obligadas. Las Autoridades locales, repetimos, como administradoras que son délos intereses del común de vecinos y los encargados del importante servicio de policía urbana y rural en sus respectivos pueblos, deben velar en defensa de la seguridad personal y del buen orden de ellos, haciendo uso de las atribuciones y facultades que para ello les concede; i bis leyes sancionadas al efecto. Deberes que cumplir, á dicho fin les impone también la confianza que merecieron del público al conferirles las investiduras de los honrosos cargos de representantes que desempeñan en los pueblos de su jurisdicción. Aplauso y gratitud merecerán del público sensato los que sabiendo cumplir bien y fielmente con su comemetido correspondan á tal confianza, pues de lo contrario quodarían defraudados los buenos deseos de sus administrados, quienes, en tal caso obrarían cuerdamente si, por haber sido llamados á engaño, les pagasen con igual moneda, ó sea al desdén con el desdén. Si, como tenemos dicho en anteriores números de este semanario, los padres son responsables de la educación de sijs respectivos hijos, las autoridades loca les lo son coleolivaraente del orden y bienestar geneM de sus respectivos pueblos, pues, i) ara ser francos, hemos de ser claros e i el hablar y explícitos en nuestros huAildes escritos si queremos que se nos ktienda y entienda, pues así, sin ambajes fií rodeos, el público se hará eco de nfiestros ideales y por él serán secundados. A este fin, debemos decidirnos todos en señalar los males doquiera se hallen, sin tolerancias, favoritismos, debilidades ni temores de ninguna clase, porque defendemos una causa justa y de interés general y es y será honroso y meritorio cuanto se ha hecho y se haga á su favor; teniendo en
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
El Agricultor - 15/04/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050415]
El Agricultor - 15/04/1905, Pàgina 1
Año Día 15 do Abí il de lí) í) 5 8 PERIÓDICO DEFEISOR DS LOS INTERESES 6 DE í l ISLi E K 5 Í l i jLig, c, 3 r p. cí. j? Aíiyncios A ¡M ccics cnnv: i! í ion; i! cs. l? i Sii 6, e) a a 4, K E- feg- éSLQ. í a Trimestre, 1 pta. Número suelto, 10 cents. En la Sociedad de Agricultores (Nuesti o disíingiiido cole a La Li; ía Agraria, publica el si uicnte nolahle artículo, notaseatlda y dolorosa (fue arranca al autor d (d nrisrno la angustiosa situacii ia ea (pie ya en la mayor paríc de las regionas ug i Uolas de líspaiía. No tíop. yn sombras soñab. das en a i ganos do mis arií (ailus que ia proasa ha lionrads) con la -ublicidad, no hat c muí iK. s rncsos. No es un temor fundado en pcosuncionos que (d tiempo, las circunstancias ó ia previsiiai de los Gobiernos itan podido díistruir con medidas reclauradas psji- todos. i s la triste realidad, fría, dura, inexoi ablc, aterradora. El problema, píMjuoño en un princi Áo, do Solución ace. so fáeii, se lia agigantado. La atención ptlblica se fija y preocupa do él, continuadamcntíí. La alaj- ma y el tenior cunden. Por virtud unos, otros por miedo, no hay un Sído español, rico ó po r; patrón ú obrero que no pieriso en el peíigvo que se avecina, que está inmediato, que ha llegado ya. La car stía do las subsistencia: ha perdido su impojdancia; alto ó bajo el pan, bai ata ó cara la carne, os indiiorentc, es lo mismo, es igual. Ya no es la necesifiad, s la miseria; no es ya la escasí z, tenernos encima el hambre. Acaijo de recibir una caída do dn título de Castilla, un potentado, cuyas primei- as líneas, relacionadas con lo mucho que se ha escrito sobre este asunto, dicen le siguiente; Regreso hoy mismo de h xtremadnray Andalucía, hondamente apenado. Puede allí considerarse casi perdida por completo la cosecha ái) cereales. El ganado carece en absoluto (1; pastos... N i. abloieus d (d pí (H: io d; d trigo id c ia subida de los artieulos de piimera necesida (L Es quesearos ó liaratos, altos 6 bajos no hay con que comprarlos. La crisis es general, no SÍ; roñero á esta ó la otra clase de ia Sociedad; abarca í todas. Y esto ahijí- i; en los momentos en que las híbori s tkd campo ocupan mayornúmero de ojXM arios; cuando ia Argentina y ia Austredia mandan á Euroi a sus más fuercíjs remesas de trigo que llegan hasta los mercados del interior; cuando funcionan en inílnidad do pueblos tablas ree uladoi its, tiendas asilos, cocinas cconÓMilí as; ciio ¡a proximidad de la cosociía. larga ó corta, raquítica ó abandmite. Qué sucedei áen el inmediato invierno? Quó pasará MI nuestra pobre patria si se Ci) niirnian los temores do la cosecha perdida en unas regiones, mermada en otras, sin aprovisionamientos ios g- i aeaa o, s, vacías las ía, bricas y más va; a a. s aún las arcas del contrihucasí ¡g do por las inclemencias yiavt lo y Ixs nijcosidades de una admidid c nistr dóa, cayo único fin parece ser osquib ada y h leerlo iiaposiblo la oxistontíin el rd) re, ai) agado el hogar, desuñaos le auerpo los que trabajan, pcivailos h. ista del indispensable abrigo, cada cdoza s u á una protesta, cada labio una maláieión, cada palabra un grito da rabia y de venganza de los que han luoiíado nara ser veaeid 3. Y eatonces trataremos de aplicar oí remedí; ya le conocemos do antiguo. A la resignación sufrida, aislada y muda, el desdén, la, indiferencia; a l a j eciami Cíóa colectiva, sea ó no tumultuaria, la represión y la fuerza. bal mi modesta esfera de acción política y parlameníMiáa he proclamado sicm- pre la conveniencia cié nn pi Ograma económico, único j) ara todos ios partidos. 8ol) re la bandería, sobre el grupo, está el intei és general que sioinpro os lino, á pasar di; los mil disfraces con que se le enmascara. Sigan, sigan nuestros gobernantes disputándose el poder; ontinúen las müditíoacioní; s del Consejo sin orioataci) n (a; a; U: ain pi- ogi ania di; tcr! ninado, sin soaa) ioaas previsoras para los gs and s probh; mas que tenemos que resolver. Hágase pcrpéiua la lucha do los iiernbres n ia Corto como en las capitales, i) u las capitades como en los pueblos, por adquirir ó conservar equívoca perSí) nall! lad v dudosa imDi rtancia. Entre- tengamos el tiempo en destruir un día, en despreciar hoy lo que ambicionaremos mañana. Cuando queramos mirar y conocer la realidad habremos llegado tarde: la catástrofe será irremediable. ¡Desgraciadas las naciones que se hallan á merced do estas terribles sacudidas, sin haber tenido la prudencia do encauzar la ola ya que os insensato construir diques para contenerla! JOSÉ MARU ZOIÜTA. iijysTicia rjTO! Es altamente calumnioso el concept que de nuestra gente del campo tienen los extraños. Ello es digno de sor sentido, por más que no daba producir gran extra noza, toda vez que, sin salir de la isla, vemos que no faltan los que j uzgan también con ninguna caridad y con la verdad en pugna á dicha clase. La causa de tal Injusticia todos la conocemos; el relativamente considerable número de hechos punibles, por todos nosotros lamentados, que- anualmente registra aquí la crónica sangrienta, es lo que motiva que para muchos sea nuestro campesino un ser de fondo perverso, de degenerada raza. Pero, ¿deben acaso conceptuarse talos hechos como producto de institutos antihumanitarios 6 innobles? No ciertamente. A ellos dan origen diferentes causas, que tienen por única base la falta de cultura y una educación desdichada. Instruyase á nuestro campesino, y, al par que se cultive su inteligencia, atióndase á su coraoón, inculcando en él un día y otro día, sin cesar, hasta lograr la extirpación de todo mal resabio, máximas sanas y de virtud, que ollas ari aigarán y darán sus frutos. Porque el corazón de nuestro camposino es sensible, os delicada, es biu; no. De ello es manifestación eloauonte, aparte otros hechos que lo acreditan, el caito que en el campo se rinde á la Caridad; á ninguna puerta llegará el rnenestoroso que deje do ser acogido tx) i respeto y que no so le socorra con espléndida mano.
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
El Agricultor - 22/04/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050422]
El Agricultor - 22/04/1905, Pàgina 1
Año I Día 22 de Abril de 1905 Número 9 II PERIÓDICO DEMSOR ÜE LOS INTERESES GENERALES DE LA ISLA Anuncios f il Trimestre, 1 pta. Número suelto, 10 eénts. A precios conveiicionales. En la Sociedad de Agricultores, za, la duda y la crítica contra las repetidas autoridades; la censura desús disposiciones dictadas exclusivamente para cumplir los servicios dimanantes de la Superioridad y por lo mismo, casi siempre de carácter contributivo; de aquí que el público ignorante no vea en las repetidas autoridades más que agencias recaudatorias y ejecutivas y un fisco contrario al pueblo, ponieadoen tela de juicio lo que á todas luces es indiscutible. -De aquí la errónea creoncia, en varios, de que el cargo concejil es, de cierto moflo, retribuido y que parte de los ingresos municipales es un botín. De aquí quef se tenga por verdad, en algunos, que los esfuerzos empleados en las contiendas municipales son motivadas por interés lucrativo y que se tenga por cierta la propaganda y crítica de mala ley, de que algunos so valen con la intención de derrotar á sus contrarios políticos. Siendo pues una verdad lo antedicho, nada tiene do particular ni extraño que dado tal modo de obrar en público, nos hallemos en relrtivo atraso. Para conseguir la deseada regeneración moral y el progreso material, hay que obrar coa energía y valor en tolo, sin debilidades ni mixtiflcacioaes, teniendo presente que se avecina la renovación bienal d 3 Ayuntamientos y es de importancia que la designación de candi latos recaiga á favor de personas amantes del orden, de la moralidad y de la justicia, sin reparar en colores políticos ni en bienes de fortuna que en nada influyen en los sentimientos del alma; por las obras, que son los efectos de los instintos de cada cual, conoceréis quienes son dignos de ocupar los honrosos puestos de defensores y ejecutores de la ley. Obrando así, con rectitud é imparcialidad, tendremos en la localidad autoridades que obrarán de igual manera y desempeñarán un papel importante en la marcha de las proyectadas reformas, pues ellas son las que más pueden impulsar los rámites conductivos á su favorable éxito, el cual auguramos no por visiones supersticiosas y sí por resultados positivos como son la paralización de cuanto atañe al bien moral y material de los habitantes de los pueblos de su respectiva jurisdicción, acordando, al efecto, cuanto crean conveniente y la (Continuación) ley municipal les faculta, publicando Otro defensor de nuestra causa es el bandt) s de buen gobierno, reprimiendo distinguido escritor ibicenco D. Isidoro ó castigando los infractores, á fin de Macabioh que amante de su país nos ha que, lleguemos todos á comprender que honrado con su instructivo escrito titu- nuestro modo de vivir entregados por lado Xos bosques, insertado en el núme- costumbre al libre albedrio es defectuoro 7 de este semanario, lo cual además so, perjudicial é impropio, si se quiere, de agradecer lo mucho que vale la aten- de pueblos civilizados. Si, lo repetimos, ción que con nosotros ha tenido el sim- es necesario qué los Ayuntamientos en pático amigo, es nuevo presagio de Miz ejercicio se resuelvan á suplir las faltas resultado de nuestra empresa que, por cometidas por sus antecesores, ensayanlo visto, no le escatimarán apoyo y coo- do algo en dicho sentido, pues, de lo peración las personas de recto criterio, contrario quedaría demostrado que, desamantes del progreso y nuestro bienes- graciadamente, la iniciativa continuaba tar, pues, á medida que se vayan coa- adormecida y que no sabían ó no quevenciendo de que, nuestra Sociedad, tie- rían desempeñar bien su cometido; el ne por única flnalidad procurar el bien público perdería el entusiasmo y poco público, no se desdeñarán en salir en pudiérase esperar por más vf untad que defensa del plan que para su desarrollo liaya á favor de la causa que nos ocutenemos en práctica. Y nosotros á medi- pa. -Si las Autoridades locales obrasen da también que notamos algún remedio con interés y energía en favor del púá nuestros males nos alienta y adquiri- blico, éste se acostumbraría á cumplir ipos nuevos brios para gestionar con las disposiciones emanadas de ellas, y lo más entusiasmo, si cab: para que el que ahora se haría por obligación y con curso de las consabidas reformas no su- rcpug lancia al cabo de poco tiempo se fra el menor entorpecimiento en su avan ejecutaría sin otro ostiin ilo que las proce. -A este fin hemos de tener flja nuespias conveniencias, pues os s; ibido que tra atención sin distraerla en superflui- en todo régimen de vida así pública codades ó loque sería peor, en maquinar mo privada las costumbres tienen podecabalas que, de seguro, traerían resulta- rosa influencia y por sí solas constitudos fatales para la realización de nues- yen, en muchos casos, una ley especial tros ideales. tácitamente admitida y sancionada por Para ello hemos de tener presente el pueblo y con su beneplácito practicaque el asunto no es secundario ni moti- da por perjudiciales y ridiculas que avado por capricho ni medro personal; quellas sean. fué si, la necesidad imperiosa lo que nos Poco ó nada se ha hecho antes de ahoincitó á tomar la iniciativa, justificada ra encaminado á vulgarizar, entre nosopor el estado precario y deplorable á tros, la moralidad y buenas costumbres, que habíamos llegado por nuestra deja- poco se preocuparon por los frecuentes dez en aplicar remedios á los males de liechos repugnantes que se cometían, todos sentidos por ser comunes y gra- los que á ello estaban obligados como dives. -Disgusta el pensar que las Auto- rectores de nuestros destinos; ninguna ridades locales, con su marcada indife- medida reparadora pusieron en práctica rencia, presenciaban dichos males y sus para reprimir los vicios cansantes de los causas sin tomar resolución alguna; dá males que lamentamos, dando lugar á pena tal proceder y colmo del abandono que la cosa continuase su marcha desoen lo más importante y obligatorio, en ladora, cada día de mal en peor, y que lo más esencial de todo cual es la vida, algunos llegasen á creer que no había la libertad, el orden y seguridad de las ley ni poder para remediarlos y que los personas. demás se convenciesen de que los enLas corporaciones municipales tienen cargados de ejecutarla no sabían ó les el deber de volar para el cumplimiento era indiferente; y de aquí la desconfian- WmñM Q) UtmQ de hechos punibles y la tranquilidad que reina en toda la isla.
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
El Agricultor - 29/04/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050429]
El Agricultor - 29/04/1905, Pàgina 1
Año I Día (In Abril de 1905 Número jr. PERIODIGO DEFENSOR D I LOS INTERESES GENERALlS Dfi Li ISLI SsfcIaeeS, y a 4 ssíl. slK- feK fc i. P. 33. Aiiyncios I Trimestre, 1 pta. Número suelto, 10 cents. A recio 3 cnüYencionales, En la Sociedad de Agricultores aquí se pusiera más cuidado en difundir como hay gérmenes de cierta solitaria con empeño cosas ya olvidadas en otras que se fijan en el cerebro y hacen que el carnero se vuelva modorro, los hay de partes de puro sabidas. La primer i de dichas enfermedades es otra que se fijan en el hígado, destruAl fin vino, y sino lleg 5 en la canti- la modorrera, y ataca principalmente al yéndolo, ó al menos modificándolo comdad en que la apetecían nuestros campos ganado joven. Su síntoma seguro es la pletamente si son bastante en náaiaro. Contra estas enfermedades no cabe y con la oportunidad que la reclamaban pérdida por el aninr. ü de la facultad de los trabajos y sudores del agricultor, dirigirse; quiere andar y gira sobre sí emplear más que medios proveativos. Bl primero consiste en PO dcvj ir que para que se vieran debidamente recoiii- mismo, sin acertar á seguir al resto del rebaño; poco á poco va enflaqueciendo, los perros consuman parte alguna de las P asado 3 sus afanes, llegó sí á tiempo y al fin sucumbe; no hay remedio para reses que hayan muerto de tales enferpara salvar pai to de la cosecha que se tal ení ermedad. medades; precisamente la contrario de caasideraba poso menos que malograda. Los ganad, ro 3 dicen que al carnero lo que oaurrc, especialmente con los ííl cielo, apiadado por los clamores de midorro se b) h sa vu: dij 0 ios sesos agua, modorros, cuyi 3 carne suelea aprovechar los que d la tierra viven, ha dejado y sabemos de aigún caso on que se ha también las gentes de los pueblos. El segundo es dar á los perros de cierel agua beneflúosa que, al ir infil- pr) ten lido carar li eafci- medad perfo- cuando en cuando algún antihelmíntido rando el cráneo de lo res abicada con un tra adoso en el suelo, infundirá alientos hierro candente; -curios. ejemplo do có- pnérgioo y purgarlos enseguida, cuiI de vida y dará lozanía á las plantas y mo andan entre nosotros los conocimien- dando luego de la destrucción de sus t con ello alegría al corazón del agriciü- tos científicos! deyecciones. Es muy necesario hacer on re nuaslor, que miraba entristecido la persisAl mismo tiempo que en el ganado se tros gauade os rurales la proaaganla. U; tenci i de las nubes en negarse este año produ- íen nás y más bajas por ese r b andücíiiíien o áú e? e T puede verse estas ideas, coa lo que, si se logra coa- á coadyuvar á su penosa labor. á iiss íOiTo i j i ¡s; r íai gos troz) S de vencerlos, se les hará un gran bien, pues Ella hará que bj ote en ribundancia i s! i; ii i; i, cooio üiiitas sri. vooas, y de esa hay localidades ea España donde pasa pasto para el ganado; que se alfombre i soiiúiria. viene rocisam; jUte la enferme- del 10 por 100 del total de cabezas de de flores el suelo; que los riachr- eíos, ca- oau que nos ooopa. ganado la perdida ocasionada por esta s enfermedades, en su mayor parte por la llados ya por la persistencia de l i se- I IJOS pci ros expiüsan con su excremsnI quía, vnelvan de nuevo á correr, ale- I to, no sóio IVO- MJS de sol i loria, sino gór- primera. En estos asuntos debieran intervenir grando con su rítmiso rumor la s dedad I menos de ia misn los cuales se extiiuimuy activamente los veterinarios; desde los campos; que la Naturaleza, en I dea por o campo arrastrados por el graciadamente en los puebbls no ¡a- a a I agua, fijáa: í! yo ea lis yerbas ó deposifin, que se miraba poco menos queagos- I tándose eu lo, ch. ii; cas; ei ganado, cuan- llegado aña á entender quí I voieruia. I t: ida, se muestre en la plenilud de su do pace ó í oui. ¡o bebe, i- igi a- e con BUS -i) tenga que intervenir (mus enícrraodades que las de las caballerías fecundidad y esplendor. aii! n: ns ÍÍ. ÍS g. oanenes ÍOÍO los infestan, y e: gíoaaoaej palian iueg. del duba bueyes, y también es cierto vquo la maBienhaya la lluvia bienhechora, por yoría de la clase no pasan de diestros ser ella el premio y la recompensa Á digesíivu al túrrente cireulatorio, llegan- harradoi- ei do así al cerebrw del animal, donde se una de las más hermosas virtudes que El asuntb es (ffe ifnportanoia y bien fij m y paco á poco io destruyen: por eso se practican en la tierra: ¡el trabajo! vale la pena da que las autorilade. j tose vue ven los b- so i ugaa. ¡Y va; va Y. n. eunxar á nuestros cam- men taniüián cartas ea él. pesiüos que oi aioavi (V) ra de la solitaÁngel da Solo. IM X il- irvlYJLll lJx- i. J JÍ D ria del peíT. e 1 V) e las soaLaa, v ¡aa OÍ parro s cien va 1 otr: i cnbírmíMuvI nioríal: a derhigada. e n e! w liOS r- s -a eomlea. aa por estar trisles y; ierd- ii e apiáÍLO, enflaqueSr. Director de En AfHUCi LToa: cen y saJVoii i- c úidoio U, Í IX diarrea, que Difícil será convencía- á nuesiros e Estos días la crónica negi a ha regisa, aai a coii b) v a, do aqa. éilas; nuestros naderos rurales de que los puerros s trado un nuevo crimen, perpetrado en p a s i x e- e- i e s resiid llenen la a uno de estos pueblos, el de Petra, para, uno de sus mayores enemigos. Y, í h i é l s o a v O cjmido malas embargo, nada más cieno; las dos yerbas, y i- a e! as d i ds que oipo no pague, y crimen que revela formedades que constantemente diezm an da aceite, k d. u- ga y en sus autores tales instintos sanguinaaun de agup: -di a i i a -i, ípiaiba ¡ríos, que al lado do r i gres y -nuestros ganados, sin que nadie, que í echacales nos resuii 1 l: i (a ad humanitajmraos, leñ ponga remedio, provienen dc del más acreditado auranileía; aa: puebla. Y lo que lia, y en realidad es que, asi ríos. los pcrrc Se evitarían fácíluiente, si CaUS- das por los perros I OKsa SCÍLM nAM luf- Í A
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
El Agricultor - 06/05/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050506]
El Agricultor - 06/05/1905, Pàgina 1
f Año I Día 6 de Mayo de 1905 Número 11 PERIÓDICO DEFENSOR DE LOS INTERESES GENERALES DE LA ISL 4 Anuncios Trimestre, 1 pta. Número suelto, 10 cents. A precios convencionales. tan pernicioso vicio. Y ahora, que por ser el caso reciente, no se nos tachará de pesimistas ó exagerados, como seguramente habría suoe. dido antes si hubicBcmoH insistido im día y otro ea que, nuestras observaciones referentes al asunto fuesen atendidas; ahora, repetimos, vamos á preguntar á las Autoridades locales: ¿Qué medidas habéis adoptado? Qa 6 disposiciones habéis dictado? ¿Qué resoluciones habéis toniaxlo siqaií r i para contener la propagación del juegí ¿Sabéis ó no las guaridas de pordici i y perversión? Si las ignoráis y os interesa saberlas, preguntadlo á vuestros respectivos pastores, que ellos regularmente lo saben y darán noticia exacta de la manera que se arregla el negocio. Y los padres de familia, ¿qué han hecho para que sus respectivos hijos, ya que muchos de ellos no aprenden á leer y escribir, no asistan tampoco á esas escuelas, muy caras por cierto, en donde no se enseña más que de restar y dividir la existencia propia hasta laraiz. ¿No han pensado que sus ahorros, por lo regular alcanzados á fuerza de privaciones y penalidades con la sana intención do que, después de sus días, gocen sus referidos hijos de una vida desahogada, sean un día malversados sobre el tapete verde en menoscabo de Su buen nombre, de su salud y de su tranquilidad? ¡Qué no pueden con ellos! protestaron algunos para sincerarse de su falta; pues peor para ambos, puesto que la contumacia ó desobediencia en tal caso alegada, implicaría que á tal resisteacia habría precedido, salvo honrosas escepoiones, la dejadez y descuido en la educación y enseñanza de sus repetidos hijos. Así es que, por el mal comprtrtaini- nto del primero, queda iastiinado el buen nombre del segundo y viceversa. De aquí la necesidad de que los padres no sean descuidados ni indiferentes en el transcendental asunto si no quieren arrostrar las fatales consecuencias y l! ovar Sobre Bu concieníi ASí; d nTV íciáíivo estigma de su falta r. ü M lecesarlo y obligator ¡i. Cuando por medias- v s no- pueda alcanzarse remedio Í 1; Í OS mayores niales acudid á las autoridades locales. En la Sociedad de Agricultores á los Comandantes de puesto de la Guardia Civil, ó á EL AGRICULTOR, cuyas columnas están á la disposición de todos los que quieran utilizarlas en favor de nuestro progreso. Las causas de los males públicos y arraigados como es el inmundo vicio que nos ocupa, no se extirpan, no, con debilidades ni paliativos; es necesario para ello, emplear medidas eflcaces y enérgicas, aplicándolas con tesón, para demostrar con las obras que existe firme resolución de continuar, sin levantar mano, hasta la completa extinción de la plaga de que se trata, que perseguida por las celosas autoridades de la Ciudad, con aplauso de todos los que desean de veras el bien general, ha invadido á estos pueblos rurales. Y aquí la tenemos, campante y arrogante, al frente de la tolerancia y timidez; aquí la tenemos cultivada por la ilusión y la ignorancia; aquí ha espacido su mala semilla á la vista de todos y se propaga y fructifica sin el menor estorbo; aquí se contempla su marcha desoladora, sino con beneplácito, con tolerancia de todos que, sentados y cruzados de b. azos, con nuestro natural adormecimiento cuando se trata de nuestras conveniencias generales, nadie dice esta boca es mía. ¿Porqué no se obra de igual manera en lo perjudicial? Asunto es este que debe ventilarse con seriedad, antes de que otro heeho idéntico venga á conturbarnos, teniendo en cuenta que, de los tres casos desgraciados ocurridos en esta isla, desde que nuestra Sociedad funciona, tan sólo uno, el primero, no tuvo relación con el juego; pues el penúltimo, consumado en la parroquia de Nuestra Señora de Jesús, es. do creer que. directa ó indirectamente, medió la baraja, fundándonos en las costumbres de ia desgraciada víctima y del supuesto autor, y en que la casa, morada del primero, era de las que se suele tirar de la oreja á Jorge. Deseamos de veras no tener que tratar otra vez del repetido vicio de jugar á los prohibidos, por que si la desgracia nos obliga á eilo, para el bien de todos, habíamos de ser más explícitos. STE PEBCAICE La triste noticia de haberse perpetrado en esta isla un nuevo crimen el sábado último, en la parroquia de San Lo: renzo, ha ocasionado en este público la natural consternación, á la vez que iii; diguación y disgusto, en todas las personas que, como nosotros, se desvelan y con sus probos trabajos procuran que desaparezca ese incaliflcable modo de obrar, tan detestable y bochornoso, co- rao impropio de personas cultas, sensa: tas y de buenos sentimientos, por lo cual nos caliñcan de perversos los que desconocen por completo nuestro verdadero carácter. Este hecho que, además de lo manifestado ha interrumpido el sosiego y tranquilidad de que veníamos gozando desde larga fecha, ha inferido sensible herida á nuestras gestiones de regeneración y reforma. Este hecho, que ha causado la muerte prematura á un malogrado joven, y hecho un crimí nal alautor del delito, ocasionando álos padres de ambos la natural pena, lágrimas y aflicción, ha sido originado por el juego; sí, por ese horripilante vicio que tantas víctimas ha causado, que tixntas conductas ha mermado, que tantas herencias ha aniquilado, y que tantos disgustos ha producido en el hogar. Este vicio inmundo que transforma el natural carácter de los que tienen la desgracia de estar dominados por él; vHÚo fiiucsto, origen de los demás vicios; vicio seductor, hipócrita, autor dé la falsedad y engaño; vicio que promete (lar y gusia, que atrae y rechaza, que halaga y mortifica, y, en una palabra, vicio que, para enumerar todos los males de que es causa, sería necesario apurar el vocabulario de la maldad y de la mentira. Si queremos conseguir nuestro bienestar y que nuestra loada Sociedad rea- r lice su programa y nosotros salir airosos en nuestra empresa, hemos de re solvernos y perseguir sin tregua, toda clase de juegos prohibidos, hasta exterminarlos ó desterrarlos de estos pueblos, pues, siendo como son origen de mu thos disgustos y hechos horrorosos, no tendremos completo sosiego público, mientras subsista entre nosotros este
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
El Agricultor - 13/05/1905, Pàgina 1  [Ref. El Agricultor 19050513]
El Agricultor - 13/05/1905, Pàgina 1
Día i; 5 de Mayo de 1905 Número 12 PERIÓDICO DEFENSOR DE LOS INTERESES GENERALES DE Li ISLA Anuncios t Trimestre, 1 pta. Númoro suelto, 10 cents. A precios convcncionalos. üedaselara. iibá. s ls! bls. a l fe En la Sociedad de Agricultores dan su iníluencia y gravedad, perderán también la atracción y supeditación de las bU N: T jr 9i y, l progreso, en doble aumcMiío c, í. La constancia es el factor más po- entrará por nuestras puertas con ui. s tente de todo lo que humanamente es libertad, y reinará entre nosotros. Y íactible; esa palabra encíclica del voca- después los que por ignorancia no han bulario de las buenas resoluciones, in- comprendido aun la utilidad do la obra tenciones buenas y buenas prácticas, os ó por pesimismo la consideran impositambién el aliento, la fuerza, el vigor y ble, convertirán sii crítica en alabanza, la norma de quién ó quiénes ejecutan y ellos, como) oj d lUás, disfrutarán de orapresas do diñcil resolución, pues ella los b; mcfl 3 Íos q i m re nosotros reporinfunde fe y Siíguridad de buen éxito á tará su reaUzaciór, á la pa que servirá cuantos están animados de tan podero- á aqiT- Uosde saludable lec (íjn al ver que, todas las cosas posibles, con voluntad y fco auxiliar. Si somos constantes en continuar los constancia son hacederas; quiénes, por trabajos que hemos emprendido con el dichas considera ñones, serán los más único fin de alcanzar la reforma de favorecidos, porque comprendiendo su nuestras inveteradas costumbres, com- error, comprenderán también s. ¡igao ancia y, en tal caso, maicho habrán batir los vicios y con ésto obtenin- unes tro progreso moral y material, no he- adelantadxy; puesto qiíé el que la conoce, mos de temer ni dudar por un momento es mucho menos ignorante que el que la siquiera de que, los buenos deseos que dcsüonopo, por aqacllo do el que sabe que no sabí íúyo sabs, pues no es poco sanos animan quedarán cumplidos. Si somos constantes, no nos arredra- bf; r, teaor alguna noción del alcance de rán ni conturbarán los tropiezos ni con- sí mismo. a uií la neoeúdad de deditrariedades que, de seguro, sufriremos car algiíaos r: xtos de ocio en meditar ccn más ó menos frecuencia durante la acerca del propio ser intelectual, segucarrera de persecución de nuestros ma- ros de nó haber malogi- ado el tiempo los les; eso ya lo teníamos previsto desde el que consigan hacerse algún cargo de sa principio porque su proximidad lo hace estado; porque aqui, como en todas partangible y, por lo mismo, conocemos tes, cojeamos de este lado, si bien con sideramos que, este defecto, entre nosoperfectamente las causas y sus efectos. No ignoramos tampoco que, los ma- tros, es aun másperjudicial, por la senles como los que combatimos, no pueden cilla r izóa do tener poco roce social y curarse de momento; necesitan para no admitirse, por algunos, la discusión ello remedios eflcaces con repetida apli- llana tan necesaria para aclarar las ducación, lo cual esperamos hacer con fir- das ó diücultndes que, á veces, suoien me resolución y constancia, ya por es- traer consecuencias fatales, porque, no tar en ello interesada nuestra honra y admitiendo la argumentación se desecha bienestar, ya también porque los traba- la luz, y ciO. i3 í! a os ur no acortajos se harán de cada día más llevaderos. mos la buena sena. L. L, Y, si á todo esto añadimos que los r e- necesidad do hacer luz todos 1- que p- medios adoptados son adecuados, según so. n algún elemento para ello, si quiese comprende por los buenos resultados ren demostrar que tienen ainor á su obtenidos ya, en tan corto intervalo país; con lo cual darán ejemplo y, poco que nuestra Sociedad funciona, y que á poco, irá desapareciendo la ignorantenemos terminados los preliminares del cia, que es la causa principal de nuesasunto, podemos ya congratularnos de tros males y, los tercos engreídos que haber andado la mitad del camino, el creen darse tono ñuscando rencillas sin más escabroso por cierto, por la necesirazón alguna, ni admitir otra argumendad que había en el principio do vencer tación que yo soij yo y porque sí, causan los obstáculos que se oponían al paso. irrisión á todos los que no son de su caDesde ahora será más llevadera y más laña, comprenderán el triste papel que pi Of- rcsiva nuestra tarea, pues, á mcdi- desempeñan pm- su equivocación malé da que los vicios y las costuraibi es pier- ñea que, aparte de los males graves que en particular han causado, han somiCtido á los habitantes de la isla entera en el caso vergonzoso de pasar por ol o caiiñoativo de ícroces y sanguipor haber recibido buena educación é instrucción tenéis conocimiento de vuestros actos, os conviene rehuir del trato de aquellos porfiados que, siempre quieren la razón sin conocerla, pues su roce sería un pehgro constante que á todo trance debéis evitar, y, si por casualidad, alguna vez os veis obligados á dirimir alguna discordia con ellos, dadles la razón, pues si no la tienen ya será bastante el desprecio de no querer discutir con su ignorancia, quienes por causa de ella, quedarán satisfechos creyendo debido á su importancia lo que es mengua y deshonor, -y, vosotros haciéndolo así, demostrareis mucha inteligencia y prudencia, murado por las personas ¿ensatas y de buen oiáterio, que son las que debéis imitar, por que el que sostiene cuestiones con los ignorantes orgullosos, es ignorante también, por que nada se enseña ni se aprende y, además, so expone á un mal resultado. No vayan á creer nuestros apreciables lectores que lo dicho sea sátira contra el verdadero valor, que es una cualidad natural en el hombre; nos reíerimos sí, á ese valor mal comprendido que. por abundar entre nosotros, tantas víctimas ha causado y tantos crímenes ha ocasionado, con todas sus deinás consecuencias; á ese valor que, más que valor, es ignorancia, por que lo es y m. uy crasa, lo que hace obrar en perjuicio propio y ageno; á e: 30 valor que, más que valor, es aisanoría y orgullo; á eso valor que 0 i ¿apji a; eii L ÍMII bueno; á ese valor que se quiere tener, sin tenerlo; á eso vah r que, en vez do ser un mérito, es un desprecio para el que lo posee, y un perjuicio para él y OÍTOS varios; á ese valor de la invectiva, de la clianzi y de la desbandada. A ese valor es al que nos referimos y combatimos por ser sumamente pei- j udícial y la desgracia de m u chos que lo cultivaron, y de otro. que en ciertos momentos no tuvieron abnegación bastante para sufrir las impertinencias de aquellos. Siendo p ios, el repetid) valor, más que valor imprudencia temeraria, debe: Í 0 S. XJOS que
Obrir pàgina o exemplar    Descarregar pàgina o exemplarAfegir al dossierTreure del dossier
Pàgina 1 de 10. Resultats trobats: 109Endavant  |   |  Endarrera
Llistat   Tornar